CIEN PARES DE OJO
Dirigido por Diana Pelñalver
Teatro La Bacante
Uno de los mejores trabajos teatrales del semestre aún
está en cartelera. Todavía se tiene la oportunidad de poder confrontar este fin
de semana en los espacio del Teatro “Luís Peraza” (Iglesia San Pedro de Los
Chaguaramos) del estupendo espectáculo teatral ofrecido por El Teatro La
Bacante bajo la excelente puesta en escena de Diana Peñalver quienes proponen
un audaz montaje donde lo antiguo se valida con lo contemporáneo para hablarnos
de la inexorable arrogancia criminal o “hybris” que sacudía a los personajes
trágicos del mundo clásico griego bajo el título de “Cien pares de ojos”.
El decurso argumental que valora el legendario mito de
los Atridas en cuya narración / escenificación vemos discurrir como al regreso
del poderoso Rey Agamenón a las tierras de Micenas, este es asesinado por su
esposa, Clitemnestra. Ella asumiendo el dolor de sentirse abandonada y
traicionada toma la terrible acción que sacudirá el futuro de su casa, su
sangre y su destino. Detrás esperándole, su amante Egisto. En las sombras, su
atormentada hija Electra en espera del arribo de su hermano Orestes para poder
vengar la muerte de su padre. Tragedia y destino; juicio y argumentos; mujeres
y sociedad son ejes dispuestos en escena, bajo la callada estupefacción del
espectador sea este Coro o público que asumirá la gran voz de emitir juicio
sobre esa figura que ha derrumbado el modelo patriarcal e impone un criterio
que debe ser oído y valorado. Una historia que atrapa otras historias. Una
metáfora que habla del íntimo viaje de la inocencia a la culpabilidad y del
complejo nudo de venganzas y de cómo reestablecer el orden de un cosmos
familiar y social fracturado.
Basado en el relato “Clitemnestra o el crimen” de la
afamada poeta, novelista, dramaturga y traductora francesa, Margarita Yourcenar
(1903-1987) este texto se imbrica con lo que fue de especial interés para esta
autora en no sólo conocer el comportamiento e historia de las civilizaciones
antiguas sino también en un denodado afán por descifrar “las motivaciones
humanas”. Desde la revisión del tema de la venganza y la expiación, este texto
es una arista central de la narración que con los añadidos de la exquisita
poesía de griego Yorgos Seferis (Premio Nóbel de 1963) se arma un guión textual
en la cual se teje la visión de lo antiguo con el tema de la conciencia. Un
texto y una representación que tiene feroz raigambre en el subconsciente
colectivo.
“Cien pares de ojos” es básicamente el sentido de
entender que el pueblo que juzga a Clitemnestra somos nosotros; son nuestras
órbitas que contienen los ojos de la razón social y que han de contemplar y
tomar una decisión vital (pasada y presente) sobre ciertas acciones humanas que
han roto -por dolor o por premeditación- los valores más caros de algo
establecido. Con un planteamiento escénico sumamente claro por la fuerza y
contundencia de los signos, por la connotación gestual e icónica de la ritual
coreográfico, del metalenguaje de la máscara, del juego atemporal y de la
articulación / actualización de mensaje que a todos nos atrapa, el espectador
es parte vital de la construcción del significado final ya que cada noche hay
un nuevo juicio a la trágica acción y las nefastas consecuencias de lo que una
mujer como Clitemnestra hizo. Es fémina de todos los tiempos, es tragedia
universal y la puesta en escena supo conjugar ese valor para establecer una
correspondencia de toma de conciencia con lo que puede ser “arquetípico” de la
conducta, del ser y de las angustias que están en el aquí y ahora de todos.
“Cien pares de ojos” es una producción afiligranada en todos sus aspectos
componentes desde lo estético visual hasta la cadencia del movimiento. La
iluminación, la factura del vestuario y máscaras, la base musical y poética, el
ritmo orgánico del actor, el desempeño de composición de personajes y la
profunda evocación de ese eco de angustia queda excelentemente plasmada en un
trabajo convincente y sugestivo que siento que ha calado en todos aquellos que
han tenido la suerte de contemplarlo.
Saludo las entregas compositivas de personajes
ofrecidas por Eulalia Siso, Ludwig Pineda, Marco Suniaga, Oswaldo Maccio, Costa
Palamides, Mariela Reyes, Desirée Monasterios y Gloria Núñez quienes supieron
estar acoplados en intención, carácter y fuerza escénica. “Cien pares de ojos”
es un espectáculo digno de trascender en cualquier ámbito teatral y festivo del
teatro venezolano ya que propone no sólo la ostentación de las formas bien
acabadas sino una incisiva inflexión / reflexión sobre un imaginario “que tiene
como motor la necesidad de hablar sobre lo femenino, sobre el lugar de la mujer
en la pareja, en las relaciones sociales y de poder”. ¡Un fuerte aplauso para
ellos!
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